lunes, 31 de agosto de 2009

Amor no correspondido.


Dicen que el tiempo cura todo. Pero desde que me enamoré de ti, el tiempo se congeló.

Nunca dejas de querer la persona con la que realmente has estado enamorada. Solo puedes aprender a vivir sin el.

No tienes que prometerme la luna.... Me bastaría si solo te sentarías conmigo un rato debajo de ella.

Solo amigos


¿Debo sonreír porque somos amigos? ¿O llorar porque nunca seremos más que amigos?

Feminismo


Lo que todavía nos falta a las mujeres aprender es que nadie te da poder. Simplemente lo tienes que tomar tu.

Deformación


La deformación es el cambio en el tamaño o forma de un cuerpo debido a esfuerzos internos producidos por una o más fuerzas aplicadas sobre el mismo o la ocurrencia de dilatación térmica.

Volve


Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lagrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más.

Despedida.


Un millón de palabras no pueden hacer que vuelvas. Lo sé, porque lo he intentado. Tampoco un millón de lagrimas. Lo sé porque he llorado hasta no poder más.

Aries, amor y amistad.


relacionadas con el amor porque las circunstancias exigirán una mayor flexibilidad por parte de los Aries en su pareja, y esto es algo que no les resultará siempre fácil.

No obstante, si logra sacar su lado más diplomático y maduro, el 2009 promete mucho, sobre todo para los Aries que tiene pareja estable o que busca la estabilidad. Al superar los desafíos que se pongan en su camino, tanto los Aries como su pareja se sentirán más unidos que nunca y el resto de año será uno de gran paz y armonía en sus relaciones.

En 2009 aprenderá que para recibir el apoyo y la ayuda de sus amigos hay que también dar. Será un aprendizaje importante para su futuro, y le reforzará como persona y como amigo de sus amigos. A partir de mediados del año verás el fruto de su esfuerzo y entrega.

Es para Él.



Tal vez lo único que duele más que decirte adiós es no haber tenido la ocasión de haberme despedido de ti.

Exito.



Tener verdadero éxito en la vida es: reír mucho y muchas veces; ganar el respeto de personas inteligentes; gozar del cariño de niños; ganar el reconocimiento de personas cualificadas y saber soportar la traición de falsos amigos; apreciar la belleza; buscar lo mejor en los demás; dejar el mundo un poquito mejor de como lo encontraste - con un hijo sano, un jardín bonito o una persona más feliz; saber que al menos alguien ha vivido mejor gracias a ti.

No hay nada imposible.


No hay nada imposible, porque los sueños de ayer son las esperanzas de hoy y pueden convertirse en realidad mañana.

Error

Cometiendo errores es la única manera de llegar a algo en la vida por uno mismo, sólo debes reconocerlos y memorizarlos.

Escuela

El techo oscuro de la escuela y Ana avisándome de que ya es la hora. Las estrellas desde el cuadrado de la ventana del Water, eran mil veces más hermosas. Y Ana siempre sabía más nombres que ninguna. A menudo pensaba que se las inventaba, o que los había leído y luego daba su nombre a cualquiera, que no podían verse todas desde nuestro cuadrado. Y todas las confidencias susurradas, que podían haberse contado durante el día, pero ahora parecían más verdad, más importantes. Casi siempre eran proyectos o sueños; no había mucho para contar hacia atrás, pero entonces, no nos dábamos cuenta. Y siempre las ganas de toser cuando más peligro había. Noches de puntillas sobre las baldosas. Noches de oscuridad y susurros. Tras los bailes enfebrecidos en que nos perdíamos la una de la otra. Una ligando y otra bailando. De espaldas al mundo, frente al altavoz. Como castigada, decías tú. Pero era como premiada. Llegar a casa siempre más tarde de la hora, siempre hablando bajo. Comiendo a oscuras en el cuarto, con esa voracidad de voz gangosa que da la hora, cuando no se miran las estrellas. Confidencias mal recordadas, escuchadas apenas, que mañana serán otras, pero serán las mismas. Lealtades hechas de susurros y de brumas. En aquel pasillo atiborrado de lamparones, cuando tu casa dejó de ser hogar y yo empecé a añorar aquella vieja ventana. Cuando decidí no seguir haciendo como que no oía susurros al otro lado de la puerta, y la abrí y te vi... y no pude seguir haciendo como que no sabía. Como que no sabía que tu mirada no iba a volver a ser la misma. Como que no sabía que las cosas en que creer, ya no iban a volver a ser. Como que no sabía que tus cuchicheos ya no merecían la pena ser escuchados, que sólo eran susurros de muerto perforando el aire en distintas voces; en todas direcciones, que ya no eran proyectos, que ya no eran, como que no sabía que hacía tiempo que de tus brazos agrietados salía un frío gélido que me recorría de la cabeza a los pies, que ya no estaban de puntas sobre las baldosas, ni había ventanas abiertas desde las que enmarcar estrellas.


Love

Si el amor es doloroso más cuando amas demasiado, y la otra persona no siente la misma intensidad de amor que uno mismo. Y la vida sin amor, es como que pierde sentido si. Pero si la otra persona te olvidó, uno también tiene la opción de intentar olvidarlo.
Si te equivocaste y le pediste varias veces disculpas, y no te ha perdonado, como bien dice la frase, dejala libre, si te ama te perdonará, y si su orgullo es más importante que el amor que sienta, no conviene rogarle, deja que te extrañe, deja que ella te busque, desaparece un poquito de su vida si puedes, y si te ama, se va a desesperar pensando que te pierde, y te buscará.
Siempre recuerda que vales mucho, como cada persona, y si ella no volviera, ya no la busques, si una mujer ama a un hombre, no va a querer perderlo.

Escuela nueva

Pasó otro verano y otra vez la nerviosa sensación del miedo inexplicable a lo desconocido. Pero esta vez bastante más justificada porque se trata del primer día de secundaria, con escuela nueva, amigos nuevos, profesores nuevos y menos cariñosos, preceptores de aspecto indescriptiblemente serio y bancos desconocidos.Cómo no va a estar mi abuela presente y dando los últimos retoques de maquillaje al nieto ante ese evento sin igual. Aún en la puerta y con una carpetita ínfima de primer día de secundaria (ya había abandonado la valija, junto con el guardapolvo), La Mame insiste en acomodarme el bléiser una vez más, en deshacer y rehacer por tercera vez en la mañana el nudo de la corbata que sin embargo me quedaba bien. Mientras la abuela le pasa la cepillada de despedida al bléiser azul nuevito, salgo decidido a la parada del 181, máquina viviente que será mi confidente mecánico de todos los triunfos y fracasos que me esperan. De ahí derecho al ENET 27, en Devoto. Apenas conocía el edificio, solamente había estado una vez cuando mi mamá me llevó a inscribirme hace un par de meses y no estaba seguro ni de cuál era la puerta de entrada, aunque por lo visto en el frente había una sola bien grande y llena de ropa azul y polleras grises. Me mezclo entre la multitud del alumnado, miro alrededor y nada, no hay caso, ningun cara conocida. Las puertas están abiertas, por supuesto, así que me mando en silencio con la vista baja tratando de ubicarme en algún lugar inadvertido, cuando la voz grave de un preceptor (porque acá los preceptores y muchos profesores son hombres y encima medio malos, no como en la Sargento Cabral) anuncia: - Los alumnos de Primero Quinta, por favor formen acá. Con la mano señala una imaginaria línea donde se van agrupando otros púberes nerviosos como yo. Hay unos tipos muy grandes también de bléiser y pelo largo, creo que son los de sexto año. Se acomodan de prepo en un lugar que parece elegido por ellos y aparentemente nadie se anima a contradecirlos. Pasa un breve pero solemne discurso que no escuché y enseguida entramos a un aula que curiosamente tenía pupitres individuales, con banco y mesa unidos formando una sola pieza. Nos sentamos y un pecoso rubio se pone casualmente a mi lado. - Hola, soy García, vos como te llamás? No sé como hace el pibe para reírse en este momento de tensa espera. Me presento y comenzamos una charla que se cortaría de inmediato, cuando vemos entrar al preceptor con traje y corbata y porte de militar. - Todos de pie. Les presento a la profesora de Geografía, Señora ... El ruido de los 60 zapatos golpeando el piso a la vez y de los bléiseres flameando no me deja escuchar el apellido. Pero detrás de la figura gorda del preceptor aparece una señora bastante joven que apenas saluda, acomoda unos libros en el escritorio del frente y sin dar tiempo a ninguna reacción comienza una clase con mapas europeos. Pasan las horas, pasan más profesores, pasa el shock inicial y termina el primer día de clases. Casi empieza a oscurecer cuando tomo el 181 de regreso. Llego a casa, es tarde pero todavía hay tiempo para contarle a mi curiosa mamá las novedades de la nueva actividad. Me siento más tranquilo. Pasó lo peor. ¿Qué estará haciendo Walter, que entro en otra secundaria, creo que bachiller?. Voy a buscarlo. No pasan muchos días de clase para que alguno traiga los primeros cigarrillos a la puerta de la ENET. Creo que el primero fue Guille, que pronto se dedicaría a la venta ambulante de cigarrillos sueltos o por atado. Como en una actitud de imitar o acercarse a los más grandes, empezamos a fumar torpemente bien a escondidas, en un recoveco que había cerca de la puerta de entrada o en la plaza contigua a la escuela. Los de sexto no se escondían, fumaban abiertamente y casi entraban al establecimiento con el cigarrillo prendido, ocultándolo cancheramente entre los dedos cubriéndolo con la palma de la mano, para darle la última pitada y tirarlo en la puerta misma del aula sin que ninguno del personal directivo se dé cuenta. Pasa el año y de a poco aparecen amigos nuevos, materias nuevas, notas variadas, colectivos con puerta trasera nuevitos y relucientes, partidos de fútbol en la placita y discursos de Perón. Pero Walter y los amigos del barrio están ahí, a pesar de quedar un poco olvidados por los nuevos compromisos tanto escolares como sociales que indefectiblemente se presentan, desde partidos en canchas lejanas del Parque Saavedra hasta algunos incipientes bailes en los que todavía apenas pude sacar a bailar tímidamente a alguna chica que salió seguro por equivocación o por lástima. Mientras tanto, el Colorado García, el ruso Bravslasky, Guille y el cabezón Rodríguez se afianzan más como líderes indiscutidos del Primero Quinta. Trato e seguirlos de cerca, imitando sus modismos y ademanes, pero me cuesta. Igual sigo intentando.No echo de menos los seguidos viajes a Entre Ríos de antaño, aunque en el verano seguro que haremos la obligatoria y refrescante visita a los abuelos del campo. Mi viejo sigue viajando esporádicamente, probando nuevos negocios que muchas veces le resultan exitosos, pero ahora casi no lo acompaño.Por lo menos hasta que llegue el verano, momento de volver al viejo y querido barrio, a Entre Ríos, a los arrollos mágicos poblados de víboras imaginarias de los que no pueden sacarme ni a palos, a los cuentos inocentes y camperos de mi abuelo Don Carmelo, blanco en canas, a los paseos en su Valiant I, siempre recién lavado y sin un ruidito. Pero el verano pasa rápido y sin notarlo vuelven a tallar las clases.


Primer beso

El viaje estaba un poco aburrido. El auto se deslizaba adormecedoramente sobre el asfalto hirviente de la Ruta. Habíamos pasado Gualeguay y mi viejo, con la mirada en la ruta y la frente plagada de gotitas de transpiración, seguía buscando alguno de esos bares ruteros donde se consigue la anhelada Coca fría. En la radio del auto sonaban unos chamamés con interferencias, por las ventanas delanteras abiertas entraba un aire caliente y húmedo, pero el bar no aparecía. Mi viejo se vuelve a acomodar en el asiento, siempre mirando para adelante y silbando de vez en cuando algún tango. Cómo silbaba tango mi viejo, yo no podía sacar ni la décima parte de sus melodías, y eso que trataba de copiarle el silbido a cada rato.A mí la remera a rayas ya se me había adaptado al cuerpo como una segunda piel y la aureola de sudor debajo de los sobacos era imponente. Imposible dormir, aunque podría decir que me desperté de un raro letargo al sentir que el auto viraba y entraba en un camino de un pedregullo agreste y saltón. Al levantar la cabeza veo el cartel: "Bar Espino". ¡Por fin la Coca Cola!Quince minutos después retomamos la ruta, con un par de botellas de una de las mejores Cocas que recuerdo haber tomado, mi viejo silbando de nuevo y el asiento recalentado del sol de la mañana. Me quemo el codo al apoyar el brazo contra la puerta que arde. Faltaba poco para llegar a Barú, donde íbamos a lo de Yourdan. Pero antes teníamos que visitar a un lejanísimo pariente de esos que no sé como el viejo los conocía a todos.Por mi parte, me encontraba bastante incómodo porque siempre para mí las situaciones eran dificilísimas: entrar simpáticamente a casas extrañas con gente desconocida y simular que me acuerdo de todos y que me alegraba de verlos. Antes de llegar ya contaba las horas para saber cuánto faltaba para irnos y molestaba a cada rato a mi papá para tratar de achicar la estaía. En el fondo me gustaba acompañarlo en sus viajes a Entre Ríos, era lindo bañarse y nadar en los arrollos, andar a caballo o comer esos gruesos salamines caseros que nos convidaban casi obligatoriamente en todas las casas de campo donde paráramos. Pero lo que más quería era estar en mi casa en Caseros y reunirme con mis amigos del barrio, terreno más firme y familiar. Entre Ríos era una gran sábana verde con un rayón gris azulado en el medio, aunque mirándolo con más detenimiento también era un alambrado infinito, un chamamé ruidoso y mal sintonizado, el ruido del viento que se embolsaba en el auto, el reflejo hiriente del sol en la ruta allá adelante, las vacas eternas pastando al costado y la incertidumbre de casas siempre lejanas. Otra vez suena el pedregullo. Desaparece la ruta, atravesamos una tranquera abierta y paramos bajo una fresca arboleda. Mi viejo se baja enseguida, yo lo sigo y caminamos hacia la casa. Unas gallinas sueltas escapan entre cacareos, un par de perros ladran fuerte, papá golpea las manos y allá desde el fondo se acerca un hombre alto y flaco con un sombrero de alas anchísimas. - ¡Ya vá! dice y al ver a los visitantes se le dibuja una sonrisa franca. - Don Carlos, cómo anda tanto tiempo. El hombre abraza a mi viejo y enseguida enfoca su mirada en mi persona (éste es Albertito dice papá, y yo que ya estoy bastante incómodo, con eso sólo me ofendo, porqué no dirá Alberto). - Vos no te acordás de mí, si la última vez que viniste eras así de gurí. Ahora ya sos un hombre grande, ¿cuántos años tenés?- Trece. Respondo con un temor totalmente fundado dado que yo solamente era un pre-adolescente callado y solitario. Distinto sería si hubieran estado en ese momento mis amigos del barrio, ahí sí le hubiera contestado con una seguridad desafiante. Luego se ponen a hablar entre ellos, casi como si no yo no existiera, y entre los cacareos, los pájaros y el viento siseante entre las ramas oigo nada más que un palabrerío intraducible pero por demás sabido y por sobre el murmullo la "Z" intermitente del entrerriano, con ese acento que tanto conocía y que después de tantos viajes casi se me había pegado. Entramos a la casa. Nos recibe una señora gordísima y rosada con un delantal exageradamente gastado y una risa que parece una tormenta, como todas las risas de esas matronas de campo, abierta y bonachona. Rápido se acercan las cuatro hijas para saludar a los porteños.El hombre nos presenta a las nenas (14, 15, 17 y 20 años) y cuando me toca el turno de darles el beso protocolar me miran con una picardía que por supuesto captaba pero me servía nada más que para sentir una timidez que decididamente me superaba. Ni decir que hubiera querido desaparecer inmediatamente.Trato de protegerme, sutilmente me ubico por detrás de mi padre, miro a las paredes de la casa, de barro y adobe bien firme, pero es inútil: Marita, la menor, me mira y se ríe. Qué hacer en esta situación, entre el olor y el vapor del guiso que marcha y mi viejo dispuesto a quedarse para el almuerzo, qué hacer sino quedar totalmente paralizado e inmóvil?. Para mejor mi papá ahora me mira con un dejo de desagrado por mi actitud descortés y poco comunicativa. Y bueno, habrá que aguantar, faltan nada más que cinco horas y media para que se hagan las seis de la tarde, hora en que el viejo me prometió que nos íbamos. - Vamos a comer un pavo, y de paso probamos la escopeta nueva Dice el entrerriano. Entonces trae de la pieza un rifle nuevito, lustrado y con mira telescópica. Salimos de nuevo al patio y otra vez pierdo el hilo de la charla. - Cuál le gusta Don Carlos? Observamos lentamente el entorno, hay un galpón lleno de herramientas, un sulky despintado de azul, al lado un tractorcito y gallinas, perros y árboles por todos lados. Al fondo, detrás de un bebedero se ven unos diez o quince pavos gigantescos, que no parecen percibir el asesinato inminente. El hombre se apoya en una de las barandas del sulky, prepara el rifle y apunta. Se produce un ruido seco y de repente la arboleda calla, las gallinas y los pavos corren en desbandada, los pajaritos parecen haber desaparecido mágicamente. Allá, donde estaban los pavos, queda sólo un cuerpo tendido. Nos acercamos y vemos que se trata de la víctima, imposible identificarla ya que el balazo le voló la cabeza limpita. Llevan el cadáver a la cocina, la doña lo pela en dos minutos y lo mete en una olla. Mientras se cocina vuelvo a la insalubre actividad de responder a preguntas complicadísimas, como qué estudio, cómo está mi mamá, si me gusta el campo y qué lindos ojos que tengo. Menos mal que enseguida todos se sientan, charlan animosamente y se bajan una botella de aperitivo Marcela. Otro enigma indescifrable para mí era imaginar cómo hacía el viejo para tomar semejante brebaje amargo sin hacer una sola arcada. Marita charla con la madre y ayuda a poner la mesa. Mientras tanto, yo trato de esconderme de su vestido floreado y livianito, que pasa cerca y amenaza tocarme en cualquier momento. ¿Qué hora es? Uy, todavía faltan como cinco horas para irnos. Una eternidad. Llega la hora del almuerzo, me como una pata del pavo con papas, los grandes toman vino y el resto bebemos un jugo de naranja bastante aguado y medio tibio. Pero el pavo está buenísimo Por suerte mi viejo charla hasta por los codos, con lo que zafo de seguir respondiendo con monosílabos mentirosos y onomatopeyas evasivas. De postre, unas naranjas y manzanas. Termina la comida, papá enciende uno de esos asquerosísimos cigarros que compraba por kilo en Once, y se viene el desastre total: Marita me invita a jugar afuera. Socorro! (Pero papá, no te das cuenta por lo que estoy pasando, porqué no me salvás? Vámonos ya!). Cuando suena la voz de pito de Marita invitándome mi viejo me mira serio.- Andá gurisito, que acá te vas a aburrir. En la mirada me doy cuenta de que no es una propuesta, sino una orden estricta y de cumplimiento obligatorio. Así que no queda más remedio que salir al patio. Y bueno, la vida es así, de vez en cuando es necesario jugarse entero. - Vamos al galpón. Dice Marita. Así entramos a uno de esos galpones camperos con ese maravilloso e inovidable olor a maíz mezclado con bosta de caballo y grasa de carro. Comienza por mostrarme los conejos del corralito del fondo y rápidamente ordena: - Te juego una carrera! Y sale disparada hacia el campo. Yo sigo atrás, pensando continuamente qué le digo a esta entrerrianita rubia como el trigo que de ninguna manera pierde esa sonrisa picarona. Nos internamos en el maizal, de plantas altas que superan ampliamente nuestra propia altura, distribuidas en una simetría casi perfecta y con piso de chalas secas y crujientes. No sé cómo pero ahora me encuentro perdido en medio del maizal, con Marita al lado y acercándose peligrosamente. Sin dejar de mirarme se aproxima cada vez más y a mí me empiezan a zumbar los oídos, se me nubla la vista, pierdo la noción del tiempo y el horizonte es nada más que su cara que me está por atrapar. Como entre sueños percibo que me agarra de un brazo y siento que su boca blandita se apoya contra la mía sigilosamente: Ayayay, me está besando! Creo que el beso duró unas cuatro horas aunque en realidad habían pasado un par de segundos, pero lo que sí puedo asegurar es que en el campo se hizo un silencio y un vacío espantoso, quería correr despavorido pero estaba clavado al suelo, quería gritar algo pero estaba mudo. Marita se separa un poco, me vuelve a mirar y enseguida arremete de nuevo, pero esta vez con la boca un poco abierta. Yo, que sigo inmovilizado, no puedo hacer nada para detenerla, pero en ese momento siento que el nudo que tenía en el estómago se deshace y deja lugar a una sensación inédita e indescriptible, se me llenan los pulmones de aire y al sentir la humedad de su saliva en mi boca me embarga una felicidad desconocida. Después, noto que saca un poquito su lengua que se va internando tímidamente y recorre mis dientes y llega a tocar la mía. Ahora estoy sobrevolando el maizal, escucho claramente el griterío de los odiados loros que destruyen los marlos incipientes. El cielo y sus dos ojos cerrados son la misma cosa. El pelo rubio que me toca en las mejillas son las plantas de maíz vistas desde arriba. Atrapo los dos brazos tibios de Marita con mis manos y la beso suave pero firmemente. Así que esto era besar. En las dos horas que siguieron caminamos por el campo, me empezaron a salir las primeras frases medianamente coherentes del día, e intentaba besarla cada dos o tres pasos, y lo lograba!. Cuando atravieso su cintura con mi brazo me doy cuenta que por primera vez toco un vestido de mujer, y encima con una mujer adentro. Esto era realmente increíble, no veía la hora de volver a Caseros para contarles mi extraordinaria aventura a mis amigos, se iban a morir de envidia, aunque Walter y algunos otros ya tenían novia. Qué rápido se me pasó esa tarde, casi sin darme cuenta siento los gritos del viejo que me llama para retomar el viaje. Marita y yo nos miramos, nos damos el último beso y volvemos a la realidad del patio - gallinero. Ahora siento una mezcla de euforia triste, probablemente no la vea por mucho tiempo, o nunca más. Qué aventura fabulosa, cuántas oportunidades tiene uno en la vida de sentir en una misma tarde, pánico, felicidad, amor, tristeza, y todo eso en solamente dos o tres horas. Nos despedimos de todos, yo con una postura desconocida en mí saludo cordialmente a la señora y a su esposo, me despido de las chicas con una sonrisa y subimos al auto. Mi viejo me vuelve a mirar, pero ahora con un gesto de extrañeza y tratando de indagar a qué se debió este cambio. Acomoda en el asiento de atrás la intomable botella de Aperitivo Marcela que le regaló el pariente, arranca y saludando con las manos salimos de la arboleda. Otra vez la cinta asfáltica, las alambradas, las vacas que se mantienen en el mismo lugar que las dejamos hace unas horas, la radio local que sigue con interferencias, y el sonido del espectacular silbido de mi viejo que ahora interpreta "Canaro en París". Sin sacar la vista de la ruta me dice: - Viste que te dije que nos íbamos a las seis y nos fuimos a las seis?. No te podés quejar eh, gurí?. Yo, tirado contra el respaldo de la butaca y con un aire canchero de hombre mayor ya realizado, le contesto: - Sí papá, pero, cuándo volvemos? Ay Albertito, quién te entiende.


No poder, no queres


Tantas cosas dan vueltas en mi cabeza Quisiera que no me pase esto que irremediablemente me pasa, me gustaria tirarlo para no verlo nunca más Quisiera que te dieras cuenta que cada paso que das se convierte en algo importante y definitivo. Todo tiene retorno te dije pero lo que me pasa se desgasta. Juro contenerlo ,porque todo esta aca, en mi cabeza. No lo ves, ni lo entenderas nunca pero existe, Por lo menos para mí. Podrias dejar de hacerlo? No , no podrias... No porque no quieres dejar algo por esto, no porque no entendes que pasa, no ...

Disfraces


A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro.

Antes de la tormenta

Se que esto no es lo que queria
Nunca pense que habia llegado tan lejos
Solo pensando en volver a donde estabamos
Y como hemos perdido todo lo que eramos
Eramos jovenes y los tiempos eran faciles
Pero puedo ver que no es lo mismo
Estoy de pie aqui, pero tu no me ves
Daria todo para que eso cambie
Y no quiero dejarla ir.
Estoy parada afuera en la lluvia
Necesito saber si esto termino
Porque yo te dejare solo
Inundado con todo este dolor
Sabiendo que nunca la volvere a tener
Como lo hice antes de la tormenta
(si, antes de la tormenta)
Con cada ataque de relampagos
Vienen recuerdos que duran
Ninguna palabra se deja sin decir
Mientras los truenos comienzan a sonar
Tal vez deberia rendirme
Tratando de mantener
La luz para seguir
Y las nubes de la rasgadura de mi corazon roto
Siempre deciamos
Que un corazon no esta completo
Sin aquel que te ayudo a pasar la tormenta
Parados bajo la lluvia
Sabiendo que ya todo a terminado
Por favor no me dejes solo(a)
Inundado con todo este dolor
Sabiendo que nunca te tendre mas
Como lo hice antes de la tormenta...
e que esto no es lo que queria
Nunca pense que hacia llegado tan lejos
Solo pensando en volver a donde estabamos
Y como hemos perdido todo lo que eramos
Eramos jovenes y los tiempos eran faciles
Pero puedo ver que no es lo mismo
Estoy de pie aqui, pero tu no me ves
Daria todo para que eso cambie
Y no quiero dejarla ir.
Estoy parada afuera en la lluvia
Necesito saber si esto termino
Porque yo te dejare solo
Inundado con todo este dolor
Sabiendo que nunca la volvere a tener
Como lo hice antes de la tormenta
(si, antes de la tormenta)
Con cada ataque de relampagos
Vienen recuerdos que duran
Ninguna palabra se deja sin decir
Mientras los truenos comienzan a sonar
Tal vez deberia rendirme
Tratando de mantener
La luz para seguir
Y las nubes de la rasgadura de mi corazon roto
Siempre deciamos
Que un corazon no esta completo
Sin aquel que te ayudo a pasar la tormenta
Parados bajo la lluvia
Sabiendo que ya todo a terminado
Por favor no me dejes solo(a)
Inundado con todo este dolor
Sabiendo que nunca te tendre mas
Como lo hice antes de la tormenta...

No me lo permite

Casi puedo verlo,
este sueño que estoy soñando,
pero hay una voz dentro de mi cabeza
diciendo tu nunca lo alcanzarás.

Cada paso que doy,
cada movimiento que hago,
me hace sentir perdida, sin direccion,
mi fe tiembla.

Pero yo,
tengo que seguir intentando
debo mantener mi cabeza alta.


Inundados.



inundados, trenchtown, favela da mare
la esperanza no esta en el mar
ni en las antenas de TV...
el arte de vivir con fe
y sin saber con fe en que.

domingo, 30 de agosto de 2009

Vida real.


Cada dia la luz del amanecer nos desafia, tras el sueño hasta el mundo que nadie queria, villas, miserias trapos, hijos de la misma agonia, y en la ciudad con sus brazos abiertos de trajeta postal, con los puños cerrados la vida real les ñega oportunidades, muestra el rostro duro del mar.

Bisexualidad.

Ser bisexual duplica las posibilidades de conseguir una cita el sabado por la noche.

Trabajo en equipo

Trabajar en equipo, te permite echarle la culpa a otro.

jueves, 27 de agosto de 2009

Sarasa

Es lo que decimos cuando no sabemos que decir, que inventar, que excusa meter, lo utilizamos para salir del paso, en varias ocaciones, personas de diferentes edades, pensamientos, y sobre todo personalidad.

Arte


El arte es el
reflejo del mundo,
si el arte es horrible,
el mundo tambien lo es.

Reir.

Todos en algun momento descubrimos que reir cura realmente a los dolores del alma.

Imaginación




La imaginacion no es mas que el aprovechamiento de lo que se tiene en la memoria.

Sabiduria

Todo hombre es es tonto por lo menos cinco minutos al dia, la sabiduria consiste en no rebasar el limite.
Los hombres sabios aprenden con los errores que otros cometen, los tontos con los propios.

Kiss



If before kissing the loved person
you have contemplated stars, you
will not kiss it in the same way that
itselft you have watched the walls
of your room.

Paranoia

Con frecuencia utilizamos el termino paranoia, la paranoia son trastornos de ideas delirantes, se caracteriza principalmente por la presencia del delirio o ideas delirantes que pueden definirse como falsas creencias de diferentes tematicas o contenido existen delirios de prejuicio, de grandeza, de enfermedad, de seduccion, de ruina y varios mas, que se basan en una incorrecta valoracion de la realidad exterior.

Una nuez ?

Un colegio de pago, un compas, una mesa camilla
Una nuez o bocado de Adám menos una costilla,
Una bici diabetica, un cumulo, un cirro, un strato.
Un camello del rey Baltasar, una gata sin gato.

¿Que es un amigo?


Un amigo es una persona que sin ser de tu familia es la persona que esta con vos celebrando tus triunfos pero tambien esta cuando lloras, estas triste o tienes un problema. Ese amigo es el que te hace saber lo que esta bien y lo que esta mal, te aplaude tus gracias y te reprime tus tonterias que pueden lastimarte.
Puedes conocer muchisimas personas en el transcurso de tu vida pero al final te das cuenta de que muy pocos se dieron el titulo de amigos, los otros son solo bellos recuerdos que momentaneamente te dieron felicidad, pero al final te abandonaron en el camino, sin embargo tus amigos siguen ahi, al pie del caños sin dejarte caer.
No se considera un verdadero amigo solo por que lo conoces hace bastantes años, sino que se concidera un amigo al que esta contigo en las buenas y en las malas, en esos dias en los que te levantas cruzado y sin embargo tu amigo no te deja, en esos dias donde solo lo que dices son tonterias, y ese amigo, te escucha, es aquel que hace comentarios, y te da concejos.

Anécdotas


Una anécdota es una historia que hemos vivido, siempre esta basada en hechos reales, un incidente con personas y en lugares reales.
El proposito de la anécdota no es para causar risa, si no para contar lo que has vivido. Una anécdota esta mas cerca de una parábola que de una fábula, no es una metafora ni tiene una moraleja.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Maduracion


Madurar no es facil, hasta una persona mayor puede ser inmaduro. Por lo general se concidera una persona madura cuando se enfrenta a los problemas, no se cree mas que los demas y no hace sentir inferior a otro, es una persona centrada que tiene metas a futuro, trata de escuchar, de ser desinteresado, defiende su posicion sin ser grosero, es sincero, sabe perdonar, hasta que punto puede llegar cierta situacion, y sobre todo acepta sus errores.

Nadie es perfecto


Nadie es perfecto, todo tenemos ese defecto que nos caracteriza, que por ahi puede llegar a demostrar quienes somos en realidad, ese defecto es el que cada dia nos hace crecer, el que cada dia nos hace ver mas halla de lo que nosotros queremos ver, eso hace que nos conozcamos mas nosotros mismos con el paso del tiempo.

martes, 25 de agosto de 2009

Estar seguro


Estar seguro es venderte en cuotas, armarte una muralla al corazon, dejar que te licuen la pasion estar seguro es eso.
Estar seguro es sentir lo tibio, jamas quedarte en carene viva, donde no hay indendio, no hay heridas, mal heridas.
No estes seguro baja a lo mas hondo, y trata de subir sin cuerdas, llegar muy alto y caer a ciegas, que corra sangre por tus venas.
No estes seguro, el cielo es el infierno, si no enfermas hasta llorar de amor, sentir a fondo hasta perderlo todo, sobrevivir es estar muerto.